El libro, editado por miembros del IESED-Chile, fue presentado el 7 de noviembre en el Paseo Baquedano de la ciudad de Iquique.
Fuente: UNAP
En un evento que reunió a académicos, estudiantes, agrupaciones de migrantes, organizaciones sociales y la comunidad en general se presentó el libro “Educación en Tránsito: Historias de Pedagogía, Migración y Calle”. La obra, cuyos editores son la académica Bessie Rojas Rodríguez, directora de la carrera de Educación Parvularia con mención en Educación Inclusiva de la Universidad Arturo Prat (UNAP), y el Dr. Ilich Silva Peña, académico de la Universidad de Los Lagos y coordinador del Instituto Interuniversitario de Investigación Educativa (IESED), explora la educación en contextos de movilidad y vulnerabilidad social.
Rojas explica que el libro surge de un proceso de reflexión y pedagogía narrativa iniciado tras la pandemia y los lamentables episodios de xenofobia producidos el 21 de septiembre de 2021 en Iquique, cuando grupos de manifestantes locales incendiaron enseres y carpas de familias migrantes. «Este evento impactó profundamente a nuestro equipo docente, quienes decidieron trabajar en terreno con familias y niños en situación de calle. Así, cada tarde, profesores y estudiantes se reunían para reconstruir la confianza con estos pequeños, mediante juegos y actividades pedagógicas. Esa experiencia, rica en aprendizaje y sensibilidad, se consolidó en este libro«.
PROCESO COLECTIVO Y REFLEXIVO
El texto, de acuerdo a su coautora, cuenta con capítulos de diversos colaboradores, entre ellos las educadoras de párvulos Carla Norambuena y Karla Ulloa; los sociólogos Jorge Silva Améstica y Fernando San Martín Cortés; y las doctoras Antonia Luza Gómez, Gianina Dávila Balcarce y Roxana Hormazábal Fajardo, quienes compartieron sus perspectivas desde una mirada eminentemente pedagógica y formativa en un contexto de emergencia educativa. Además, el libro incluye un prólogo del Dr. Carlos Skliar, investigador de FLACSO, quien fue una figura clave en el proceso reflexivo de los autores.
EDUCACION QUE DIGNIFICA
La presentación oficial del libro estuvo a cargo del Vicerrector de Investigación e Innovación (VRII) de la UNAP, Ezequiel Martínez Rojas, quien destacó la relevancia social y educativa de esta publicación, subrayando el poder transformador de la educación en espacios no tradicionales. «Esta publicación no solo expone experiencias; es un puente hacia los márgenes invisibles de nuestra sociedad. Refleja cómo la educación puede y debe ser un acto de dignidad en cualquier espacio, desde el aula hasta la calle» comentó. Añadió que cada relato «nos recuerda que educar va más allá de las teorías: es tender una mano allí donde las infancias migrantes encuentran un respiro de humanidad».
El libro invita a replantearse el acto de educar como un «tránsito compartido» en el que cada historia desafía a abrir la mente y el corazón, construyendo una educación inclusiva que transforma y sana.
CAPÍTULOS QUE DESAFÍAN CERTEZAS
La publicación cuenta con capítulos que presentan historias conmovedoras y reflexivas. Bessie Rojas en su capítulo “Maestra, quiero escribir casa, mar y escuela” pone su foco en la necesidad de cultivar la sensibilidad pedagógica de las futuras educadoras frente a contextos de vulnerabilidad que vive la infancia. Asimismo, en “Volver a la infancia” escrito por Carla Norambuena se plantea la imperiosa urgencia de que el mundo adulto abra caminos sanos y seguros para las infancias, sin olvidar el propio niño interior que nos habita. En este mismo sentido, Karla Ulloa nos invita en su capítulo “Mirarme en tus ojos” a reposicionar a los niños y las niñas como sujetos de derecho y dejar el adultocentrismo como eje en la toma de decisiones, porque hay que incluir las voces y miradas de las niñas y niños.
En “El derrumbe de mis premisas”, por ejemplo, Jorge Silva explora la fragilidad de las convicciones cuando se enfrentan con la realidad migrante. “Yo las estaba mirando y, ¿sabe qué…?”, de Antonia Luza, destaca cómo la educación implica observar y ser observados, en una interacción mutua entre la academia y la sociedad. Por su parte, Fernando San Martín presenta “Reprobado”, que expone que la enseñanza de la inclusión va más allá de la teoría; requiere empatía genuina. Mientras que Roxana Hormazábal, en “Transitar las fronteras”, invita a ver las calles de Iquique y de cualquier ciudad como espacios sociales que también permiten educar y aprender.
En tanto, “La niña de 13 años que vivía al borde del mar”, Ilich Silva-Peña nos interpela con preguntas sobre lo que significa crecer y ver el mundo como adolescente en un escenario inseguro, adverso e invisible a los ojos de una sociedad indolente. Finalmente, Gianina Dávila nos plantea “El desalojo del amor”, en el que problematiza sobre lo que viven esos “otros” que llegan al territorio que en vez de encontrar acogida y seguridad, se encuentran con rechazo, xenofobia, indiferencia y discriminación. Todos estos planteamientos de las autoras y autores, junto a sus interrogantes y reflexiones nos abren la puerta a tensionar el lugar de la educación y nos invitan a continuar el tránsito hacia nuevos paradigmas sociales.
REFLEXIÓN DESDE LA REALIDAD LOCAL
Para el Vicerrector Martínez, la obra es un testimonio de cómo la educación trasciende las aulas y se adentra en la calle y en el núcleo de la experiencia migrante en Iquique: «Cada capítulo nos invita a repensar el rol educativo, desafiar nuestras certezas y entender que la verdadera pedagogía está en el contacto directo con realidades crudas,» subrayó.
Desde el relato “La niña de 13 años que vivía al borde del mar”, que recuerda la urgencia de ver la educación como un refugio, hasta “Transitar las fronteras”, que desafía a compartir y comprender los espacios urbanos como educativos, este libro toca sensibilidades y expone una educación en constante adaptación y compromiso.
LLAMADO A LA JUSTICIA SOCIAL
Así “Educación en Tránsito. Historias de pedagogía, migración y calle” se posiciona como un recurso indispensable para quienes buscan una educación inclusiva y comprometida. Las autoras, autores y colaboradores invitan a ver la educación como una herramienta de justicia social y humanidad, donde cada experiencia y reflexión recuerda la necesidad de un compromiso profundo con quienes habitan los márgenes, construyendo un entorno educativo que respete y dignifique a todos.